¿Qué es la TCC?
La terapia cognitivo-conductual, TCC, es una forma de terapia respaldada por la evidencia, esto significa que se basa en la investigación y el desarrollo teórico en los campos del conductismo, la psicología cognitiva y la psicología social. El término terapia cognitivo-conductual indica que el énfasis está en la interacción entre los pensamientos, sentimientos y comportamientos de un individuo en su entorno, aquí y ahora.
Los métodos y técnicas psicoterapéuticas desarrolladas y basadas en este enfoque dentro de sus respectivos campos han demostrado ser efectivas en el tratamiento de problemas de salud mental. La terapia siempre comienza con un análisis conductual de la interacción entre el individuo y su entorno. La base del análisis conductual se basa en el hecho de que cada persona es única, por lo que el análisis es individualizado. Este tiene como objetivo detectar las causas de los desafíos y lo que los mantiene en pie.
En la TCC, el enfoque se centra en cambiar los patrones de pensamiento, sentimientos y comportamientos que no funcionan bien y, por lo tanto, llevan a la angustia mental. La TCC incluye tanto la terapia cognitiva como la terapia conductual. La TCC es una psicoterapia estructurada, activa y que fomenta la introspección, más centrada en el presente y el futuro que en el pasado, pero tiene en cuenta el pasado y su impacto en el presente.
Se ha demostrado que la TCC es eficaz para una gran variedad de problemas, como la depresión, la baja autoestima y la confianza en uno mismo, los problemas en la relación de pareja, la preocupación y la ansiedad (incluido el trastorno de ansiedad generalizada), el trastorno obsesivo-compulsivo, diversos tipos de adicciones, fobias específicas, el trastorno de pánico, problemas relacionados con el estrés, la timidez y la inseguridad (incluida la ansiedad social) y diversos tipos de traumas (incluido el trastorno de estrés postraumático).
¿Cómo funciona la TCC?
Por lo general, el cliente y el terapeuta se reúnen de 5 a 20 ocasiones, y a veces más dependiendo del problema. Se trabaja en uno o varios problemas específicos. Cada sesión (es decir, sesión de tratamiento) suele durar 45 minutos. El cliente y el terapeuta trabajan juntos para identificar y encontrar alternativas para pensamientos y comportamientos que no son apropiados. En la TCC, la empatía entre el cliente y el terapeuta es muy importante y ambos trabajan como un equipo. A través del análisis conductual, se trabaja para cambiar patrones de comportamiento que no funcionan bien o para encontrar formas de gestionar pensamientos/comportamientos que conducen a la ansiedad y/o la depresión. En cada sesión, se sigue un plan de trabajo específico, una agenda. El propósito es darle forma a la conversación y promover una forma estructurada de pensar y razonar sobre los problemas. La sesión concluye con el cliente y el terapeuta acordando una tarea para la próxima sesión, y de esta manera, trabajan juntos hacia el objetivo.
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